28 nov 2013

Redundancias redundantes

Mezclar palabras enigmáticas, 
enigmas o colores. 
Colorear la vida y vivir la soledad 
sólo con alegría. 
Alegrarse de casualidad 
o casualmente encontrar placenteros 
placeres inadvertidos,
inadvertidamente momentáneos. 
Por momentos dejarse morir, 
muerte que salva al ahogado 
y ahoga al ciego, o ciega realidades. 
Real es la existencia de lo inexistente, 
los sujetos y lo subjetivo,
para pensar pensamientos 
como redes que se enredan, 
y que se mezclan.

26 nov 2013

Noviembre

Esperar con pocas expectativas 
nuevas corrientes,
aires de soledad, 
pulmones limpios 
o piernas fuertes. 

Para encontrar nuevas perspectivas,
caminos olvidados, 
sueños embalados 
y risas al azar. 

(A fines de noviembre te espero,
para inventar revoluciones
o falsas ilusiones,
que me muestren quién soy.)

15 nov 2013

Andrómeda

En la cima de un colchón ella, distinguida, ve más allá. Se muestra llena de soberbia y vacía de todo lo demás. Sus ojos miel vuelan perdidos entre partículas brillantes y paredes blancas, que reflejan el indescifrable mundo que habita. Por eso se distingue, por eso la soberbia. Ella sabe, y también sabe que los demás no, y esconde su mísera inseguridad en la incomprensión ajena, y aprecia el desprecio, y medita la soledad. Se esconde detrás de su coraza, su pelaje, los tres tintes que se desparraman de forma heterogénea a lo largo de su escuálido y tibio cuerpo. Muere de día y cuando cae la noche, en un efímero destello de lucidez, entiende que ya no es lo que fue hace unas horas. Se abre y escapa de su armadura para sentirse amada, aceptada, comprendida otra vez. Con caricias olvida su conocimiento, se deja ser, y desarmada ronronea un pedido de súplica y compasión, un reencuentro consigo misma. Cuando sale la luna ella se acepta como tal, escapa de su imagen ficticia y olvida las apariencias que creó para no resultar herida. Se aprecia un poco más, reconoce de forma anónima y cuando cesa el sueño vuelve a caer, a formar la coraza, a cerrar el caparazón, a morir otra vez.

10 nov 2013

Interrogaciones

Oscurece, otra vez. Apenas distingo el cielo del suelo. Me encuentro acostada en lo que parece ser un sillón, con la música en aleatorio, un aleatorio que parecía predestinado sonar así. "It's just another rainy sunday afternoon." Pienso. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? La metafísica absorbe la poca luz que queda en la habitación. Un retroceso me devuelve a la etapa del por qué, para encontrarle respuesta al incierto porque sí. "El porque sí es capricho", retruqué alguna vez. Yo no vivo porque sí. No quiero, no debo y tampoco puedo. La vida es fácil (porque sí). Suenan los Beatles "Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see." No. Se equivocan, la vida siempre es fácil. Y si es fácil, ¿vivimos con los ojos cerrados? "It's getting hard to be someone, but it all works out. It doesn't matter much to me." Pero, ¿qué es ser alguien? Si acá vivimos por vivir, porque estamos vivos. Mi música no tiene un fin, tampoco mi vida. La existencia del destino es una certidumbre que nadie posee. La vocación, el horóscopo, el futuro. Lo único real es el presente, las preguntas retóricas y la controversia que genera lo que está por venir.