29 mar 2021

Cerrar los ojos

en la búsqueda intermitente de exorcizar mis reflejos
sabiendo que la única solución es confiar en el proceso
enciendo las luces esperando que no quemen demasiado
el paso del tiempo resuena lento y arrítmico
las cicatrices de mi piel marcan el camino
pienso en el olvido y los recuerdos que crean el presente
las partes que me constituyen discuten: dejar ser o transmutar
cuando el espejo devuelve distorsiones sólo queda cerrar los ojos

23 mar 2021

ordenar el caos afuera
sincrónicamente con los procesos internos
articulaciones entumecidas
insuficiencia creativa
en la cadena no importa cuál viene primero


lo que veo:
abrazar los fantasmas del pasado
liberar viejas angustias
transmutar la energía mal encausada
observar en silencio, con los ojos cerrados
o desencajados
caminar sin rumbo
dibujar sin una idea
escribir en espacios vacíos
atender los dolores físicos
escribir los sueños

un ceibo, un hibiscus y un sauce llorón
las calles terminan donde no queda nada para decir
el lenguaje es el punto cúlmine de un impulso energético
me abruma el sonido de lo desconocido
pero le temo al silencio

confiar en el conocimiento silencioso
ordenar los espacios internos
desnudar los conflictos que se cargan

escuchar el cuerpo es enfrentar
los problemas que aún no se procesan
en la cabeza

10 mar 2021

mi cuerpo está despierto
de noche veo mejor
me angustia el desorden biológico que es orden dentro mío
me angustia imaginar la casa de mi abuela vacía
y su jardín marchito
a veces sueño con ella
a veces me siento estancada
no puedo discernir entre lo que siempre fue igual
y lo que está cambiando
me gusta la noche porque es la hora más cerca del sueño
la más calma
la más silenciosa
la más nítida

si el desorden biólogico fuera la norma
este texto no cambiaría
El sol de las seis de la tarde atraviesa la ventana del colectivo, los árboles y mis pestañas. Si tuviese que elegir: la vista antes que el oído. El colectivo vibra. Es domingo, podría haber agarrado porro. Me gusta fumar los domingos. Me gusta olvidarme de que me gusta porque significa que no es hábito. Frenamos al lado de una esquina que tiene un jardín con muchas plantas, como casa de abuela. Las plantas se merecen estar en tierra y no en macetas. Podría fumar y escuchar qué dicen aunque siempre que fumo termino haciendo algo distinto a lo que me propuse. No sé qué tan cerca están los malos viajes y la disociación, no me arriesgo a más de una seca porque me da miedo. El sol de la tarde es tibio y en vez de encandilar acaricia. Creo que ahora me gustan los domingos.

Mantra

empezar a aprender a perder el control
aprender a perder el control
perder el control
la alquimia que permite
aprender 
a perder
el control