8 ago 2021

Nota de cuaderno

Me gusta mucho el silencio. La escucha de sonidos sutiles, en realidad. La soledad es melancólica y siempre me pareció bella, pero ahora me duele un poco. Tengo que crear para decantar mi dolor, pero no puedo, tengo confusas las emociones y los pensamientos. Me duele el pecho, me di cuenta de que alejé mi capacidad de estar triste y disfrutarlo, tal vez por miedo a repetir patrones de romantización de la tristeza. Miro y estoy pendiente de lxs otrxs porque ahora duele estar adentro mío. El miedo al miedo es el peor miedo. Tengo que soltar la neurosis de encarnar meta-emociones sólo por el terror que me da experimentarlas. Odio mi odio y me entristece mi tristeza, sufro el sufrimiento. Confiar en que todo lo que sucede es por algo. Disfrutar el estar encarnadx no es tarea difícil cuando se conecta con el cuerpo. Dejar de disociar cuerpo-mente sólo porque la carne duele: el dolor proporciona movimiento y sabiduría, aprender a escucharlo es parte del proceso de abrazar la sombra. Lxs extrañxs siempre tienen un gran mensaje para transmitirnos. Estar en el presente es poder captar las señales. Escribir ordena las ideas, tenerlo presente. Materializar es una forma de sanar lo intangible.

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