27 feb 2014

[...] y de golpe, caer. Y nada tiene sentido. Las piernas tiemblan, el estómago se contrae, los pensamientos se vuelven abstractos (de tanto pensar). Odio: individual, también universal... ¿odio? Tal vez miedo, por ser demasiado consciente. Miedo de perder (y volver al vacío). Los seres humanos no estamos hechos para pensar todo meticulosamente, no. Es un agujero negro que nace insignificante, pero devora cada vez más pensamientos, y crece, y continúa expandiéndose.
¿Cómo algo tan insignificante, no corroborado, puede afectar tanto? 

Estoy sola, como este renglón. En el texto, desasociada del párrafo. 

Yo y The Verve, lo demás es absurdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario